Conocer el mundo en confianza



Hospedarse en el sofá de alguien o intercambiar tu casa con unos desconocidos como fórmula de ahorro a la hora de viajar, puede parecer extraño y poco glamuroso. Sobre todo para aquellos acostumbrados a los tradicionales resorts con pulseritas del “todo incluido”.  Sin embargo,  cada vez son más las personas que se atreven a practicar estas peculiares formas de conocer el mundo, y disfrutar de la experiencia que supone explorar otros lugares, culturas y gentes, sin la necesidad de gastar mucho dinero.

Con el avance de las tecnologías de información y comunicación, la popularización de Internet y el desarrollo de herramientas como las redes sociales, las relaciones entre los seres humanos han evolucionado. Estamos, para bien o para mal, “conectados” 24 horas al día, de forma instantánea y con un alcance casi global. Esto ha posibilitado la aparición de múltiples espacios virtuales en los que ciudadanos de cualquier punto del planeta, pueden compartir sus intereses y conocimientos de manera “ilimitada y gratuita”.
La llegada de la crisis en el 2008, supuso para muchos el tener que abrocharse los cinturones y  olvidarse de los placeres de los que antes gozaban. Y aunque para algunos, esto no ha sido más que un pozo de angustias y quebraderos de cabeza, otros han sabido verlo como una oportunidad para innovar y crear algo que pueda beneficiar a la sociedad. Este es el caso de Couchsourfing, una página web en la que personas con un hueco en el sofá y ganas de conocer gente, ofrecen alojamiento sin esperar nada a cambio. Hay que tener en cuenta que es importante revisar los comentarios y las valoraciones del perfil de la persona con la que se va a hospedar, para evitar tener malas experiencias. Aunque quizá por la cantidad de usuarios y opiniones que la forman, esta red sea una de las más seguras.

Otra forma de viajar sin pagar alojamiento es intercambiar tu casa con otras personas. A través de diversas páginas web especializadas, ofreces tu hogar y buscas a alguien en el destino al que quieras viajar que esté dispuesto a intercambiarla con la suya. Aunque puede resultar peligroso meter a unos desconocidos en casa, el mero hecho de que tanto unos como otros se encuentran en viviendas ajenas conduce a que las dos partes intenten tratar con la mayor precaución el espacio del otro. Aunque al igual que con el couchsourfing, debemos hacer una búsqueda previa de comentarios y valoraciones sobre los inquilinos que se alojarán en tu hogar antes de acordar el intercambio.

También se empieza a extender por EEUU y Europa otra práctica; alojamiento a cambio del cuidado del domicilio. Te comprometes a regar las plantar, sacar a los perros o dar de comer a los gatos, y puedes alojarte gratis en la casa de la persona con la que lo hayas acordado a través de Internet.
Hay también quien consigue hospedaje y comida en otros países a cambio de trabajar en una granja. Una práctica que se está poniendo muy de moda gracias a plataformas online como Wwoof, dedicada a personas dispuestas a convertirse en granjeros de campos ecológicos en cualquier parte del mundo. Existen también otras no tan relacionadas con la naturaleza, en las que puedes trabajar como cuidador de ancianos, portero o vigilante entre otras.

Estas son algunas de las nuevas tendencias que han aparecido en los últimos años. Todas basadas más en la confianza hacia otros seres humanos que en los usuales aspectos económicos. Nuevas formas de descubrir el mundo con la que puedes llegar a conocer personas y costumbres de una manera distinta y mucho más profunda que en los tradicionales viajes en un hotel. Basta con tener un poco de iniciativa, ponerse en contacto con las personas adecuadas y hacerlo siempre con una mentalidad abierta y de respeto hacia el resto de personas. Gracias a las herramientas con las que contamos hoy, es algo que todos podemos hacer. Así que ¿Por qué dejar de disfrutar de uno de los mejores placeres de la vida por falta de dinero? Quien quiere, puede.

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Mi perfil




Nacida en Madrid en 1993, he crecido durante toda mi vida en Las Rozas (un poco más tranquilo que el centro de la ciudad). Desde siempre me he interesado por el mundo que me rodeaba y aunque si que me gusta escribir, lo mío realmente son las imágenes. Sin embargo, la nota de corte no me dio para Comunicación Audiovisual y acabé en Periodismo. Por eso, después de acabar primero, solicité una plaza para acceder a un Grado Superior de Imagen, me la concedieron y llevo estos dos últimos años complementando ambos estudios, unos por la mañana y los otros por la tarde. Ha sido bastante duro y muchas veces estresante. Pero ahora, con el título en mis manos y bastantes conocimientos y experiencia sobre lo que realmente me gusta, se que ha valido la pena el esfuerzo. Este año ya puedo dedicárselo solo a la carrera aunque pretendo seguir desarrollando mi otra formación todo lo que pueda, cuanto más en relación al periodismo, mucho mejor. Creo que en los tiempos que corren cuanto más polivalente seas, más posibilidades tienes de poder encontrar un trabajo en este complicado mundillo.